Tres poemas


Tres poemas nocturnos para la lluvia y una maga.

I

En la calma de las
flores Consuelos,
yace el respiro sereno
de un amanecer frio,
niebla en el aire,
calor de la tierra.

La madre selva ruge entre rios
cual himnos
¡Oh! Contemplad el silencio de una
sonrisa de flor:
carminas,
poemas,
vastos numeros en la inscripcion de la tierra,
base y ceiba de tu cuerpo,
blanca sabana
de mis brazos en la lluvia de lo conciente.

II

Reciente,
el sudor carcome una parte
del alma.
Tibia faz contra la lluvia
que golpea y corta
los lazos del fuego y la tierra.

¡Ay, de los bienaventurados que
te saludan!
el sol por tu ventana palida a la carcel,
tus ojos cerrados que contemplan
la promesa de Buenos Aires.

Entre los abrazos que nos damos en sueño,
se engancha,
suave fruto de color rojo,
un beso en la noche
que grita al silencio del perdido,
la furia de vida
y grito de amor en los mares
por venir.

¡Grita!
Dias eternos en el tren
al anochecer,
media noche probando tus suspiros,
cantando al aserran, San Juan.

III

Nocturna poesia,
eres tu
que en riso caes
extasiada, por la
oscuridad.

Vuelas,
caes en picada suave
que en la tibieza(cobija: utero)
ganas fuerza y brillas en
sangre,
sangre
que se contempla en tus piernas blancas.

¿Que furia escondes al dios del dia?
Hay libelulas
invisibles en tu vientre
y las mariposas beben de tu mano.
Trebol de hojas infinitas
que en color negro
haces flotar el mundo,
la noche solitaria
de la lluvia y las estrellas apagadas.

(Para May)

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