La sed del mar. Poema de 23 de diciembre de 2009


La sed del mar.

A tantos testimonios
que brinda tu atardecer,
las palabras nacen,
beben un poco
de tu sudor, barniz nocturno.
El cerrar de tus ojos,
testigos de un mundo qué
no me pertenece.

Escena violenta
de un mar sediento,
despertar de
una esperanza tan odiada...

Tu sola existencia
torna mi alma,
viento perdido, maldito,
en arena de un desierto que se exilia,
dejando al descubierto
los blancos contornos y esencias de
tu desnudo recuerdo.

¡Ay de tu belleza que es mi soledad!

¡Ay de tus alas negras como pétalos
que tanto amo!
Abrazo del tiempo que
devora.
Fiebre de los terremotos,
columnas y veneno
a tu nombre cada mañana.

¡Ay de mis labios que tiemblan!
no rememorando,
sino deseando
aquel asesinato tan tuyo,
tan anhelado
que me traiga el fin
de la sed de este mar,
la deriva de la soledad.

23 de diciembre

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