El mentiroso pisa la tierra



No por nada la actualidad es la actualidad y la nostalgia permanente es de la posmodernidad. Cuando uno aprende de los escritores, es de los de tiempos anteriores: en América Larina, vanguardias, boom, postboom. He leido El Mito del Eterno Retorno, de Mircea Eliade y ahí estan los arquetipos humanos y mitologicos de las culturas antiguas, fundacionales del mundo, y creo que algo pasa con la posmodernidad: la busqueda del arquetipo y cierta hibridación de la historia humana. Lógico, este libro fue publicado en 1945 y la posmodernidad aún se vislumbraba como algo teórico tras el fin del posible fin del mundo. Así que tenemos, como dice Fredric Jameson, un retorno a la nostalgia en el arte de un tiempo perdido. ¿Qué tan presente es esa nostalgia en nuestro tiempo? Soy conciente del problema del arte en general, pero me enfocaré a los escritores. El principal problema a la hora de escribir, de formarse como escritor, ya la había planteado Proust al emanciparse de Ruskin: el alumno debe alejarse del maestro y ver plus ultra, objetivar su relación con la vida y el entorno que le rodea para poder escribir en busca se sí mismo. Es ahora y siempre la tarea del autor no solo leer los clásicos, sino negarlos antes del tercer canto del gallo. Aprender de la nostalgia del mundo que ya no es para realizar una transubtanciación de este en letras. El lujo de la inspiración y la presunción de la influencia de maestros no se puede dar en el lujo de las letras (tal vez sí en el arte plastico que es más obvia) pero siempre hay que robar y mentir a la hora de escribir. Y es ello en la literatura, el lujo de mentir bien la realidad. Ahora tenemos los medios masivos electrónicos, Twitter, Facebook, Youtube, la nueva ola de cine mockumental, los videojuegos para afinar y buscar la nueva e infinita forma narrativa, y como en un L.A. Noire, buscar la nostalgia del mundo ¿Qué manera más bella de mentir más que la desaparición de la identidad absoluta en las mascaras del medio electronico, la nostalgia del mundo pasado como realización de este? Hasta mentir de los clásicos, retomarlos y hablar mal de ellos, hacerlos uno mismo con su experiencia. ¿Qué más se le puede pedir a la epoca del "mío" y el individualismo? La creación y la mentira literaria está a la vuelta de la esquina. Siempre hay que mentir.

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